jueves, 23 de octubre de 2008

Cuarta Entrega - Street Art - Stencil

El stencil es una técnica de decoración en la que una plantilla, donde se ha recortado una zona, es usada para aplicar pintura con la forma de esa zona. El dibujo aparece entonces como un espacio abierto con zonas sólidas alrededor.  
La plantilla se sitúa sobre una superficie y se aplica la pintura. Por lo tanto, las zonas de pintura que llegan a la parte inferior quedan limitadas a la forma de los huecos de la plantilla, creando así la imagen deseada.  
Esta técnica se ha venido usando desde la antigüedad para duplicar los diseños decorativos en paredes, techos y tejidos. Era muy corriente en China y Japón para marcar los embalajes con sellos y caligrafía, por ejemplo. Pero alcanzó el mayor grado de popularidad en Estados Unidos durante la década del sesenta, cuando muchos artistas lo recuperaron como un medio de expresión sobre lo que tenían para decir. 
Desde entonces, forma parte de lo que conocemos como street art. Irrumpe como grito repetido, como serie inconclusa de una forma más en la que se evidencia la necesidad de decir cosas que afectan a los humanos.
El paisaje urbano se ve poblado de este arte, ya que la ciudad misma es el lienzo característico que los stencileros eligen para dejar su huella.  
Una de las virtudes que tiene el stencil es la repetición, en algunos casos se constituyen como series y en otros juegan con la variable de generación de relatos o narraciones secuenciales que aumentan su impacto. A veces las series son variaciones de la misma pieza que el autor juega en una dinámica propia, en otras ocasiones la multiplicación de la misma imagen se establece como un mensaje obsesivo que sostiene su poder en la insistencia.
Desde siempre el graffiti fue y es un lenguaje, que por sus características formales y tecnológicas, condicionó el mensaje. La espontaneidad del aerosol y la clandestinidad de la pintada callejera, determinaron que su significado se asociara por forma y contenido a situaciones ocultas, políticas, anárquicas, de tribu o de denuncia. En este contexto aparece el stencil que es una versión mas sofisticada dentro de los mismos términos de clandestinidad, pero de significación diferente.
El stencil no solo se articula con el contexto, sino que muchas veces potencia y dialoga su comunicación, estableciendo vínculos semánticos y retóricos en el hallazgo del lugar, re-significa el entorno o el objeto en donde interviene. 
El stencil asienta su imaginario en un mundo donde comunicar parece seguir siendo la consigna independiente, y la calle su lugar más concreto.

Alejandra Burgos / ale_green06@hotmail.com

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