jueves, 13 de noviembre de 2008

Quinta entrega - Snowboard - Reportaje a Andrés "Andy" Barroso


Deportes como el snowboard, skate y surf entre otros, son actividades nómades por naturaleza. Buscar el point ideal para andar y mejorar profesionalmente, es la tarea incesante de quienes deciden dedicarse a vivir al extremo. Éste es el caso de Andrés “Andy” Barroso, snowboarder estadounidense, que cada cinco meses cruza el atlántico para hacer de la patagonia argentina su casa.
Si querés enterarte un poco más sobre Andy no te podés perder ésta nota…

¿Cómo llegó la nieve a tu vida?

En mi familia no hay nadie que se dedique a esto, pero mi viejo está vinculado al tema de los parques nacionales así que tuve la oportunidad de recorrer Argentina desde chico. La primera vez que fui a la montaña tenía cinco años, fue en San Martín de Los Andes y por lo que me ha contado mi familia el día que tuvimos que volver no paré de llorar y de pedir que mi viejo comprara una casa allí. Cuando terminé el colegio secundario decidí viajar y gracias a que en la escuela aprendí francés, fui a los alpes franceses y estuve en la casa de unos snowboarders que había conocido en Las Leñas. Lo gracioso fue que no se acordaban de mí sino de lo bien que habían comido esa vez en mi casa cuando estuvieron en Argentina (risas).

¿Cómo empezaste con esto de manera profesional?

A los diecisiete años me propuse pasar toda una temporada acá para aprender el idioma. Así que ya desde temprano estaba solo y viajando. Esa decisión marcó el antes y después en mi carrera porque ahí terminé de convencerme que esto es lo que me encanta y creo que en ésta vida para hacer lo que querés te tenés que romper el lomo y darle con todo. En diciembre se cumplen diez años de ir y venir así que es todo un aniversario! (risas).

¿Cómo manejás la soledad y la lejanía de tu casa?

Creo que la soledad forma parte del entrenamiento de la vida misma, es algo bueno porque también hay que aprender a estar con uno mismo. Ese entrenamiento me generó confianza y más seguridad para andar porque en el snowboard dependés de vos y es esa soledad la que te ayuda después a tomar decisiones. Bueno, están presentes los llamados por teléfono, los e-mails y bastantes nuevos amigos.

Muchos deben pensar que la pasás increíble viajando ¿es así?

Mira, en un momento todo lo que estaba haciendo fue replanteado. Tuve un tiempo de preguntarme si en verdad estaba destinado para la montaña, porque cuando empecé a sumar lesiones entendí que lo que estaba haciendo podía cortarse. Pero si miro para atrás estoy seguro de todo lo que hice y que lo hice con mucho esfuerzo porque esto es lo que soy. Viajar es duro y más porque yo no voy como turista con tres mil euros en cada bolsillo, sino que agarro mi tabla, mi mochila y quién sabe a dónde voy a parar. También son duros los mismos límites que te plantea el deporte porque a diferencia del trabajo en la oficina, yo si me equivoco una vez estando en la montaña, me mato.

¿Cómo fue la temporada?

Estuve en Bariloche porque por suerte pude comprarme un terrenito ahí así que, gracias a Dios, ya tengo mi lugar en el mundo. Esperé y disfruté la nieve al máximo, trabajé muy duro armando el snowpark y sesiones fotográficas para sponsors europeos.

¿Volvés al norte durante el verano argentino?

Y, si. En los momentos en que no hay nieve me voy para otro lado porque siempre hay algún amigo esperándote y vos esperando compartir tiempo con algún amigo..


Alejandra Burgos / ale_green06@hotmail.com

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